EL PORVENIR, PERIÓDICO DECANO DE MONTERREY, FESTEJA SU CENTENARIO DE INFORMAR A LA CIUDADANIA

Con un homenaje sobrio pero emotivo en el que se destacó la responsabilidad ética y social, y su desempeño profesional, la Universidad Autónoma de Nuevo León en representación de la comunidad, celebró los 100 años de existencia de El Porvenir, periódico decano del norte de México.

Con una exposición magna de la hemeroteca de El Porvenir, considerada como el mejor registro histórico de hechos sucedidos en el último siglo de la ciudad de Monterrey, su área metropolitana y el estado; y que está abierta a la comunidad en el Colegio Civil Centro Cultural Universitario.

Don Jesús Cantú Leal y Porfirio Barba Jacob fundaron El Rotativo el 31 de enero de 1919 y, por muchas décadas, se identificó como “El periódico de la frontera”. El Porvenir entró a un selecto grupo de diarios mexicanos que tienen 100 años de historia como El Dictamen de Xalapa (1898), los capitalinos El Universal (1916) y Excélsior (1917), y el tapatío El Informador (1917).

Para celebrar el siglo de historia, se expone una colección de 100 portadas de El Porvenir, en la sala acristalada del Patio Ala Norte, en el recinto cultural universitario.

Ahí se aprecian portadas históricas como la llegada del hombre a la Luna, el fin de la Segunda Guerra Mundial, el asesinato de Luis Donaldo Colosio, la devastación del huracán Gilberto, o el atentado a las Torres Gemelas de Nueva York.

“Desde hace un año convenimos con Gerardo Cantú celebrar el centenario del decano del periodismo”, explicó Celso José Garza Acuña, Secretario de Extensión y Cultura de la UANL.

Además, comentó que existen un par de proyectos editoriales para continuar la conmemoración del diario regiomontano como lo son el libro El pasado en El Porvenir, del historiador Jorge Pedraza Salinas y otra antología.

“Me siento orgulloso de formar parte de la sección de cultura de El Porvenir, y compartir época con algunos locos”, dijo Garza Acuña.

El cronista Gerardo Puertas Gómez expuso que la celebración es una fiesta de la ciudad; el festejo en el Colegio Civil es muy importante para el diario y para la institución educativa.

“El Porvenir y la UANL son mi casa. Los Cantú son mi familia. El Porvenir es el patriarca del periodismo, y la Universidad de Nuevo León, la gran matriarca de la educación. Sus historias están íntimamente ligadas”, reiteró.

El Rector de la UANL, Rogelio Garza Rivera, y el Director General de El Porvenir, José Gerardo Cantú, develaron una placa conmemorativa. Cantú Escalante dijo al tomar el micrófono que no existe un mejor lugar para celebrar el centenario que el Colegio Civil Centro Cultural Universitario, y recordó los esfuerzos de su padre por conseguir las aportaciones para ceder el terreno de lo que hoy es la Ciudad Universitaria de la UANL.

Por su parte, el Rector Rogelio Garza Rivera expresó que se honra a una gran historia y legado.

 

“El Porvenir no sólo ha sido testigo de la historia local, nacional e internacional, sino un generador de grandes periodistas y literatos comprometidos”.

Después de anunciar que la comunidad universitaria tendrá acceso gratis a la hemeroteca de El Porvenir, Garza Rivera dijo que consultar esos acervos será muy importante para estudiantes, maestros e investigadores.

“Si lo leyó en El Provenir, es cierto”, remató el Rector de la UANL con otra célebre frase que recuerda al decano del periodismo.

En su editorial conmemorativo, El Porvenir destacó en su portada del 31 de enero:

“Esta larga caminata por la historia, es una hazaña pocas veces conseguida y un raro privilegio. Aquélla y éste los depositamos en el esfuerzo continuado y en la firme voluntad del regiomontano para darse aquellos bienes y herramientas que necesita y merece.

“El Periódico es una renovación continua y sólo una línea le ata a su pasado; es aquélla que prolonga su pregón de entonces. Es la antorcha que arde sin consumirse, como el zarzal del Sinaí.

“El diario ha cambiado su rostro desde aquel 31 de enero de 1919. Un ropaje más rico y un rostro más hermoso conforman su exterior, pero mantiene incólumes la esencia misma de los días primeros, cuando aquella primera generación de recios varones, que a don Jesús Cantú Leal tuvo por capitán, entregaba a la ciudad y a la región un periódico que enrumbaba hacia los planos desconocidos del quehacer formal”.